Upskilling y reskilling: formación para desarrollar el talento propio de la empresa
Nos damos cuenta que las competencias y conocimientos requeridos para cada posición en una empresa va cambiando y más hoy, en la era de la transformación digital, que incluso los dispositivos, aplicaciones y herramientas que utilizamos en el trabajo se deben ir adaptando rápidamente.
¿Cómo podemos aumentar nuestra competitividad en el mercado? Gracias a la formación.
En referencia a lo anterior, uno de los mejores caminos a seguir es el acercar a los empleados actuales de una compañía a estas demandas, ofreciendo a la plantilla formación para que adquiera nuevos conocimientos, competencias y habilidades.
Así pues, nos veremos ante dos opciones de formación, dependiendo del objetivo:
- Upskilling o capacitación adicional: el empleado/a aprende nuevas habilidades que se adaptan, especializan y optimizan su desempeño en su puesto actual.
- Reskilling o reciclaje profesional: el empleado/a aprende nuevas habilidades con el fin de capacitarlo y adaptarlo a un puesto de trabajo diferente o de nueva creación en la empresa.
En ambos casos es necesario tener en cuenta dos tipos de habilidades a adquirir:
- Soft Skills: habilidades transversales relacionadas con las interacciones sociales y comunicativas y la capacidad de aprendizaje.
- Hard Skills: habilidades técnicas, conocimientos específicos, idiomas o el dominio de un programa o herramienta en concreto.
En definitiva, las empresas las forman personas con un gran potencial que con los recursos y líderes adecuados pueden convertirse en piezas clave en el desarrollo del negocio.