¿Cómo reducir la huella de carbono en tu empresa?

La huella de carbono mide, en unidades de C02, las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la actividad humana (de forma directa o indirecta) que contribuyen al calentamiento global.

Las empresas siempre han sido las principales señaladas por el efecto invernadero y, por ese motivo es fundamental conocer la huella de carbono de tu compañía con el objetivo de establecer un plan de acción y llevar a cabo iniciativas concretas por parte de todos los empleados en el día a día para lograr reducirla.

Algunas de las medidas que se pueden adoptar para reducir la huella en el trabajo:

  1. Inculcar las 3 ‘R’: reutilizar, reducir y reciclar. Disminuir la cantidad de residuos: optar por envases reutilizables, reciclarlos o tirarlos al contenedor correspondiente.
  2. Imprimir lo imprescindible: reducir el consumo de papel y fomentar el uso de los dispositivos digitales y del almacenamiento en la nube.
  3. Reducir los vuelos en avión (reemplazar por el tren, si fuese posible) y priorizar las videoconferencias. Optar por vehículos que generen menos emisiones en los desplazamientos y transportes.
  4. Ahorrar energía y aumentar la eficiencia energética:
    1. Cambiar la iluminación por una más eficiente (optando por focos ecológico o tecnología LED)
    2. Consumir energía de origen renovable
    3. Adquirir dispositivos de bajo consumo
    4. Regular la calefacción y el aire acondicionado.
    5. Apagar y desconectar los aparatos que no se estén usando (cargadores, pantallas, TV y ordenadores, microondas, etc.) ya que siguen consumiendo energía.
  5. Apostar por un consumo responsable en las dietas diarias, basado en productos de proximidad “kilómetro cero”, elaborados de forma sostenible.
  6. Conservar agua y usarla de manera más eficiente en la oficina
  7. Realizar campañas de sensibilización para los empleados
  8. Invertir en proyectos medioambientales o comprar toneladas de CO2en el mercado internacional de emisiones
  9. Cultivar plantas para neutralizar el CO₂ que ya se ha emitido a la atmósfera gracias a la fotosíntesis.

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