
¿Las entrevistas virtuales llegaron para quedarse?
En los últimos años, el reclutamiento ha cambiado radicalmente. Según datos recientes, el 85% de las empresas ya han integrado entrevistas virtuales en sus procesos de selección, consolidándolas como una práctica habitual y no solo como una solución temporal durante la pandemia.
Y es que los beneficios son claros:
– Reducción de costes logísticos.
– Optimización del tiempo tanto para entrevistadores como para candidatos/as.
– Accesibilidad global, abriendo oportunidades sin importar la ubicación.
Un modelo híbrido cada vez más común: Para las empresas, el formato virtual resulta ideal en las primeras fases: permite evaluar a más candidatos en menos tiempo y filtrar de manera ágil.
Para los candidatos/as aporta flexibilidad y comodidad: participar desde cualquier lugar y ahorrar desplazamientos.
Sin embargo, la entrevista presencial sigue siendo clave en etapas finales, especialmente en:
-Puestos de liderazgo.
-Roles estratégicos que requieren gran capacidad de influencia.
-Casos donde evaluar la comunicación no verbal y el ajuste cultural es esencial.
Lo que observamos hoy es un modelo combinado: entrevistas virtuales para las primeras fases y encuentros presenciales para las decisiones finales.
¿Son las entrevistas virtuales más efectivas que las presenciales?
-Algunos candidatos valoran la cercanía y confianza que aporta el cara a cara.
-Otros priorizan la flexibilidad y rapidez del formato online.
Lo cierto es que el equilibrio híbrido parece ser la respuesta: aprovechar lo mejor de ambos mundos para lograr procesos más inclusivos, eficientes y humanos.